martes, 10 de septiembre de 2013

FIN

Lo recuerdo bien, eran casi las 4 de la tarde, yo salía de la ducha y tú entrabas a casa. Me ubiqué frente al espejo y tú frente a mi madre, tus ojos rojos anunciaban que algo malo pasaba, entonces, me acerqué a donde pueda escuchar...
Esa tarde de todos mis veranos odiados pedías perdón por todo el dolor causado, tus ojos se nublaban y te escuchaba decir: perdóneme por lastimar a su hija, por romperle tantas veces el corazón.
Vuelo en el recuerdo de mi hermana, en su llanto, en su dolor juvenil, en su agonizante existencia, en su acérrimo amor por ti.
No se cuanto tiempo había pasado y ya estabas ahí, pidiendo perdón, por aborrecer su amor, suplicando el olvido, añorando el pasado, deseando un amor ahora resentido.

No te vi más.

El tiempo se escurrió, ella volvió a sonreír, volvió a soñar.
Él le compra sonrisas, controla su llanto, la quiere tanto.
Pero el corazón no olvida, algunos años han pasado y ella enloquece al no poder amar lo añorado. El que le regala sonrisas sale vacío de casa, parece arrastrar el corazón, se despide con un beso y veo sus ojos anunciar: te voy a extrañar.
Ella sin embargo, está mas tranquila, su corazón se relaja mientras espera en su alcoba que sus sueños se hagan realidad.





lunes, 6 de agosto de 2012

¿Qué puedo contarte...

Que puedo contarte, ya me lo venía preguntando poco más de un mes. Llevo tantas historias buenas que juntas parecen nada.
Podría contarte de la madrugada pasada, en la que me tocó vagar por calles húmedas solo para contemplar como la noche calla los secretos mas siniestros de esos amantes por dinero. Como una monedas te entregan sexo e ignoramos que vienen con envolturas de amor, de ese amor que se escapo una vez y que ahora solo queda la sombra barata en una esquina a las 2 A.M.

Puedo contarte como enmudeció Fabiola ante las mentiras de su marido, como aquella noche llegó a casa antes de lo previsto, esa noche en la penumbra de su alcoba se consumía en jadeos de placer una voluptuosamente mujer, esa temible fémina que terminó con libidinoso placer su sueño de matrimonio perfecto. Ahí, a oscuras, Fabila se encogió al mismo tiempo en que su corazón se hacía trizas, mientras sus sollozos mudos quebraban su cara, el cerebro pensaba: me estoy volviendo loca.

Puedo decirte también que no solo nosotros sufrimos por amor. La mañana del Domingo anterior Ricardo despertó con mariposas en el estómago, por fin se encontraría con su madre después de casi medio año de enmudecida espera. Había planificado el encuentro más de una vez en su mente, lo había estudiado y sería perfecto, no estarían sus hermanos, solo ella y yo, pensaba. el viaje a su encuentro lo hizo llegar con dolores de cabeza y nauseas, valía la pena, ella lo valía. Bajó del coche y tuvo que buscarla, su madre no atinó en esperarlo, al verlo de mal semblante no le quedó otra que llevarlo a la casa donde se hospedaba, aquí tuvo que esperar solo.
Un cuarto de mil historias, el polvo y telarañas recordaban su antaño. Pasado el 3er día de absoluta soledad, Ricardo, de 9 años, concluyó: ella no me quiere.

Podría mencionarte un viernes por la tarde en la que Cecilia y Gustavo se miraban cómplices con una sonrisa, con una sonrisa como de resignación, resignación por saber que no se encontraron en el tiempo indicado, que se aman pero que ahora él está casado. Una risita por que ella nació 10 años después y a los 19 era muy joven para decir sí. Sonriendo por que saben, la vida es una perra y los sueños que una vez compartieron no se cumplirán jamás.


lunes, 2 de julio de 2012

...

Antes de dormir te visualizo fácilmente abrazando mis piernas.


Algunos días me convenzo de no verte más, esos días en lo que caigo en vacíos existenciales en los que por primera vez tiene que ver con alguien más que yo.
Cómo mi "yo" puede estar en cuestión con tu sola presencia, como te explico que siento miedo y no es por ti, es por mi, por que no se las reglas del juego.
No sé si quererte mucho o poco, temo sofocarte, temo caer alguna vez en tu olvido, temo no saber por primera vez que sigue.

Lo que pone las cosas mas difíciles es pensarte, verte siempre sonriendo y diciendo algo tan lógico que para mi es incoherente, y tu sonrisa otra vez diciendo cosas que me sorprenden por ser comunes y no haber probado por principios cucufatos.
Te recuerdo diciendo que soy rara y tus ojos me hacen dudar de lo real. Tus ojos tan normales que ahora los creo perfectos.
Temo decirte que te extraño, te extraño de verdad y apareces en mis canciones favoritas para extrañarte más todavía, no sé como decir que te quiero. Te quiero no alcanza para expresar lo que siento por ti.

*Nunca escribí algo tan cursi, es tu culpa.
Discúlpenme.

lunes, 11 de junio de 2012

Niños míos

Apenas abrí los ojos y caí en ese tema, que siempre pensé, pero que nunca le di tiempo, como hoy.
-Los niños-
Y no hablo de los menores de 15, hablo de todo aquel menor que tú, todo aquel tentadoramente posible.
Personalmente, jamás estuvo en mis fantasías entablar relaciones con alguien menor, no me resultaba atractivo. Prefería la idea de aprender y quién mejor que alguien mayor que yo para guiarme?
Ideas que hoy permanecen relativamente vigentes.
Es decir, jamás estaría en serio con alguien menor, pero podría tener un "agarre" , esta bien, muchos agarres. Pero no pasaría de eso.

Y pienso en el chico de las tonterias, justifico su pésima floritura con su edad y de no estar alguien más, pudo ser una opción.
Todo esto me lleva a la locura hormonal de "C", con tan solo 18 años y una sonrisa infinita. Con él, pude ver la gran diferencia entre los chicos de su edad y la mía.
Digamos que él era más sincero. Digamos también, que quería todo rápido, te besaba, te abrazaba y te volvía a besar, con esos besos complicados que en realidad buscan ser algo más.
Te decía muy bajito cosas lindas, más bien ridículas. Yo sonreía y no por amor, pues me caía en gracia verlo sintiendose un galán.
"C", explosivamente tentador, perfecto.
Perfecto para algunos sábados por la noche. Sólo algunos, pues prefiero quedarme en casa y ver una peli rara, prefiero escribir y reirme de alguna estupidés que mueve mazas, prefiero a alguien de mi edad.
(O mayor)

48/304 Adicción

El auto volaba por algun lugar lejos de Lima. Ya hacía frío, definitivamente el auto volaba.
El conductor sentía más cosas que yo. Yo simplemente reía de algún chiste o palabra tonta que creí escuchar.
Todo se oscureció, no recuerdo bien como llegamos a ese lugar. Igual todo permanece oscuro, solo queda dormir.
Cuando desperté, "R", mi compañero de viaje, me extiende una pipa.
Lo admito, yo quería. No se hablaba mucho, nos preparabamos para algo más. Esa tarde la habitación 304 rugió, tocaron la puerta, llamaron por telefono. Yo solo recuerdo susurros y el más sincero "sí" ante lo que realmente quieres que pase.
No hablaré de amor, el amor no es sexo y drogas, lo que sí diré es que hicimos lo que quisimos de la forma más increible posible. En la vida real deben existir motivos, razones, riesgos, etc, antes de ceder. Justamente todo lo que no ocurrió en el 304, aquí simplemente pasó. Sin peros, sin miedos, sin compromisos, con un solo objetivo.
Luego del 304, que seguro recordaré por mucho tiempo, necesitaba estar sola.
Otra vez nos encontrabamos en el auto, en el auto más irresponsable del mundo, los cerros se abrian como figuritas, solo pensaba en que si muero, mi mamá se molestaría. (hahahahaha sí pensaba eso)
Paramos en algun lugar, había nieve por todos lados, ahí encendimos una pipa gigante. A este punto ya sería una drogadicta que robaba para conseguir hierba.
Fue tan fuerte, cerré los ojos y me dije: Así terminan mis 48 horas. Todo se desvaneció.
Esas 48 horas fuí adicta, dormía mucho, comía poco, y fumaba más. (La mala noticia superficial fué que no adelgacé)
304, no lo olvidaré, me pregunto si existirá algo mejor.
Considero haber llegado a lo profundo en 48 horas, recuerdo a los policías, al chofer aún mas drogado que yo, la pipa más grande, el colirio, el placer estallando como un volcán y las ganas de estar sola.

48 horas que quedan en un cuadrito que pondré en la pared, para recordar siempre el viaje que no pienso volver a hacer.

miércoles, 6 de junio de 2012

Sana, sana...

Algunas madrugadas se extraña lo que no existe.
En cama, con el amargo sabor de la realidad, siento que perdí. Y es como sentir pena, pero realmente no lo es. Es difícil describir que se siente cuando pierdes algo por lo que aún no sabías qué sentías.
Me enrredé.
Como sea. Esto no es como casi caerme de las escaleras, gritar para que todos en casa vengan por mí y llorar (engreída) por el "casi".
Esto es caer y guardar silencio para que nadie lo sepa, para que ni tú te enteres. Realmente no es tan grave, pero te quedas con todas las ganas de saber, qué hubiera pasado, si todo estaba bien.
La verdad, no duele, pero te quita la sonrisa por un rato. Luego vuelves a sonreir, esta vez sin ilusión, es más bien, por la cruda realidad del error. Sonries por que felizmente no fue peor, por que felizmente no dolió.

Ayer fuí gritando a mostrarle a mi mamá el dedo que me corté. Ella sonrió y dijo:
Recuerdo cuando eran niñas, ustedes se caían, lloraban, yo les cantaba "sana-sana", les daba un beso y ya estaban bien.
Desearía que todo se solucione así.
=)

lunes, 4 de junio de 2012

LLámame!

En los fines enredados de mi vida, encuentro momentos que aún siendo cotidianos vale mencionar.
Era viernes, preferí salir hoy y guardarme sin resaca para el día de la madre. Acepté una invitación a cenar, lo cual normalmente no suelo hacer.
La cena fue excelente, un sex on the beach activó mis ánimos bohemios más profundos y me dije: "esto no termina aquí"
Recogimos a una amiga y salimos de Surco a Lima. "El Mirador" (nuestro destino) algo cambiado, nos abrió sus puertas.
El alcohol es la entrada a todo, el alcohol es el gran "SÍ". Gracias a Dios mi amiga le dió el gran "sí" a mi cita, lo que no me resultó incómodo, más bien gracioso.
Para entonces ya estaba bailando sola sin ninguna molestia, feliz. Habiendo rechazado a más de uno, ahí, en esa espesa multitud de ebrios desatinados y galanes de 4ta, cruzamos miradas.
El chico más guapo del mundo! MENTIRA.
Digamos que pude prenderme en su mirada, en unos encantadores ojos café. El cabello crespo y esa barba de pocos días, esbelto. Tan varonil.
Puedo decir que estuvimos hablando toda la noche, con tan sólo vernos a tres metros.
Cuando por fin venía por mí, me empujan a bailar con alguien más... grrrracias!
Igual me esperó, para ser exacta me esperó toda la noche.
Imagino que se armó de valor, se acercó haciendo a un lado al que venía diciéndome tonterías como: alguna vez te dijeron que eres super linda?
Bien, con una pequeña sonrisa dijo:
-Me das un minuto?-
-Dios, decirle no?!- pensé.
Miré a mi amiga, a su gran "sí" y al de las tonterías, sonreí para hacerme a un lado.
-si?-
-Por si no te diste cuenta, ya no estaba aquí, regresé por que quiero tu número-
Gracias Dios! pero no le doy mi número a nadie, sabes cuantos me pidieron mi numero hoy? y no por eso se los voy a dar.
-mmmm-
-Entonces, me lo darás?-
-ok, 977337160-
Me regaló una sonrisa perfecta y se fue.
(Suspiro)
Pasada la noche me tocó esperar, una espera en vano, no llamó.
Tal vez no le gusté tanto, quizá no era para tanto...
Se lo conté a mi amiga, sabiamente me dijo:
"Cristina, ese no es tu numero"