lunes, 26 de septiembre de 2011

Niños


La noche crea las experiencias que nunca te animaste a probar, juntando así nuevos sabores en el paladar.

Eramos 4 chicas, sin alcohol. En realidad buscando de donde beber, quién sea será una buena copa, pensábamos.
De pronto nos vimos rodeadas de chicos que difícilmente tenían 18, caras jóvenes con miradas vivas, inquietas, tratando de ser lo mas maduros posibles, para estar así a la altura del cuarteto de mas de 22.
Esa noche la música no me gustó, los niños no eran los más bonitos, pero verlos actuar para encajar era gracioso. Avanzadas las horas empezamos a jugar, el castigo! que más bien era un regalo, fue un beso. Bastó uno para tenerlo a mi lado. De forma inmediata una de sus manos se acomodó en mi cintura y la otra acariciaba mi mejilla, sus ojos estaban centrados en mí, mientras cada 10 segundos, unos dulces besos saltaban en mi rostro.
Y así la noche culminó como espuma en el fondo de un vaso, me las arreglé para que no me vuelva a encontrar, ahora duerme en el recuerdo de mis noches bohemias...
Más aya de ello caigo en cuenta que hace mucho tiempo no me sentía tan bien. Hace mucho que mi novio olvidó quererme igual.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Terminar*

Y lloré, lloré tanto que dejaron de existir noches y días, sólo lloré.
Cuando quieres a alguien y ésta te defrauda crea en ti una herida que aunque parezca imposible tiene cura.

En el fondo quedó el dolor que por mala suerte también se llevó el amor.
Entonces despierto y digo ya no quiero estar así, te quitas las esposas, el grillete y todas las ataduras, no hay porque luchar por que la puerta siempre estuvo abierta,
sólo que esta vez me decidí a salir.

viernes, 9 de septiembre de 2011

ACOSO




Aaaaaaaaah! no mami,maaaaaaaaami!!! nooooo quiero, no quiero que me regale nada, no quieroooooooooo...!

Esa fue mi reacción cuando tenía 8 años y un niño de 9 me regaló un peluche sin razón aparente. Por ello empecé a convulsionar y estalle en un BDD (berinche del diablo).

Siempre me anduvo molestando, quería ser el lobo feroz, quería esconderse conmigo, quería que sea la elegida en "que pase el rey", me robaba a mi primero en "san miguel", me regalaba vidas en los encantados y me protegía para que no me caigan las pelotas. Obvio, yo no lo podía permitir, para mí era inadmisible, que se había creído él, a no... a mi nadie me protege!

No lo podía poner en su lugar, pues debía cuidar mi reputación de niña en la que nadie se fija, por ello me dediqué a atormentarlo.
Me convertí en reina y debía obedecer mis terribles mandatos, no permití que me vuelva a robar en "san miguel", me dejaba encantar y jamas aceptaba sus vida, lo delataba en las escondidas y no me importaba si lo lastimaba en policías y ladrones.
Me mostré mala, por fin creí que lo lograría, cuando luego de un mes se aparece en mi casa con ese obsequio, lo odiaba y lo odiaba mucho, fue cuando me di cuenta que hay cosas que una niña debe hacer y lo hice. El resultado fue un BDD y... no funciono.
Lo aguante hasta los 11 y a los 12 me enfrente a la secundaria y con ella a un nuevo acosador.

Días raros*

Y ahí estaba, sola en la berma, metida en unos jeans apretados, rumbo al super para comprar papel bond, la rutina te deja pensar que en esa travesía todo será normal y te sabes el camino. Cuando de pronto aparece en mi ruta un hombre entre 24 y 25 años, me mira como si fuera su presa. Yo de forma rápida esquivo las miradas que caen como balas, igual me dirijo erguida, pues para mi no pasa nada.
Cuando se encuentra justo a mi izquierda, con la boca a medio cerrar y mirando de reojo me susurra: - BEBITA -

Dios! jamás me habían dicho algo así, bebita, bebita porq? Me sentí extraña de pronto quise gatear (jajaja), bueno no quise gatear pero sentí algo en mi estomago que subió hasta mi pecho y exploto en sonrisa, si señoras y señores me gustó!...

Dime Perú por que los hombres dicen cosas tan estúpidas? lo peor es que nunca pensé que alguna de esas estupideces me llegara a gustar.
No! volví a la realidad y me dije Cristina basta, es solo una palabra no es para que escribas un libro de como te dijeron bebita, por ello miré hacia todos lados y abordé mi realidad (osea subí a una combi).

Ahí, en la combi me sentí a salvo (lo cual es raro, xq la combi es sinónimo de muerte), entonces levanto la mirada para pagar el pasaje y el cobrador era... era Bruce Willis!!!