jueves, 15 de septiembre de 2011

Terminar*

Y lloré, lloré tanto que dejaron de existir noches y días, sólo lloré.
Cuando quieres a alguien y ésta te defrauda crea en ti una herida que aunque parezca imposible tiene cura.

En el fondo quedó el dolor que por mala suerte también se llevó el amor.
Entonces despierto y digo ya no quiero estar así, te quitas las esposas, el grillete y todas las ataduras, no hay porque luchar por que la puerta siempre estuvo abierta,
sólo que esta vez me decidí a salir.

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